LA ARTERIOSCLEROSIS
LA ARTERIOSCLEROSIS
Factores de riesgo
En gran medida, la arteriosclerosis esta relacionada con los factores de riesgo vascular y con un estilo de vida poco saludable.
Los principales factores de riesgo para el desarrollo de la arteriosclerosis son: el exceso de colesterol y triglicéridos en sangre, la hipertensión, la diabetes o la obesidad.
Además, hay que tener en cuenta los condicionantes genéticos que en ciertos casos pueden ser determinantes en la aparición de esta enfermedad.
Prevenir
La Arteriosclerosis no se cura, es decir, no se pueden eliminar estas lesiones de la pared de las arterias, aunque existen medicamentos específicos que frenan su desarrollo y progresión. Medicamentos como las estatinas y los fibratos son capaces de reducir las concentraciones sanguíneas de colesterol y triglicéridos, que disminuyen el riesgo de padecer infartos de miocardio y de accidentes cerebrovasculares.
Pero sobre todo es de vital importancia la prevención de factores de riesgo vascular (hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia, diabetes, hipertensión, obesidad) que llevan al desarrollo de la arteriosclerosis y sus complicaciones trombóticas. Además, es fundamental seguir hábitos de vida saludable tanto en alimentación, como llevando una actividad física diaria adecuada.
La mejor manera de luchar contra la arteriosclerosis es la PREVENCIÓN. Para ello, es necesario adoptar unos hábitos de vida saludables y llevar un control exhaustivo de los factores de riesgo y enfermedades que favorecen su desarrollo, es decir, la hipercolesterolemia (aumento de los niveles de “colesterol malo” en sangre), la hipertensión, la hipertrigliceridemia y la diabetes.
La mejor manera de luchar contra la arteriosclerosis es la PREVENCIÓN. Para ello, es necesario adoptar unos hábitos de vida saludables y llevar un control exhaustivo de los factores de riesgo y enfermedades que favorecen su desarrollo, es decir, la hipercolesterolemia (aumento de los niveles de “colesterol malo” en sangre), la hipertensión, la hipertrigliceridemia y la diabetes.
En este sentido, es fundamental seguir unos hábitos de vida saludables.
Es decir, evitar consumir un exceso de grasas saturadas, aumentar el consumo de frutas y verduras y la práctica regular de actividad física.
Es especialmente importante realizar ejercicio de tipo aeróbico como montar en bicicleta, nadar, correr o andar a paso rápido. Además, es de gran importancia reducir el consumo de alcohol y suprimir el consumo de tabaco, ya que este es otro de los factores de riesgo para el desarrollo de arteriosclerosis.